Crawford amenaza a Horn: Vas a recibir mucho castigo -Si alguien desvinculado al boxeo observa que el australiano Jeff Horn es el monarca mundial de las 147 libras y conquistó el título ante el astro filipino Manny Pacquiao, considerado entre los grandes exponentes de la actual generación, seguramente tendrá pocas dudas que es el favorito cuando exponga la corona ante el estadounidense Terence Crawford, el 9 de junio, en el hotel y casino MGM Grand, de Las Vegas.
Pero esa conclusión, totalmente errónea en el caso que nos ocupa, sería consecuencia del desconocimiento de muchos factores más, porque "El Cazador" Crawford con su talento y resultados figura entre los mejores libra por libra del mundo y ostenta cuatro coronas de la categoría súperligera, la inmediata inferior. Tampoco puede pasarse por alto que "El Avispón" Horn (18-0-1, 12 KOs) mantiene inmaculado el casillero de los reveses y que es un peleador agresivo, que ataca en forma constante y despiadada a sus adversarios.
Pero Horn, nacido hace 30 años en la ciudad de Brisbane, capital del estado de Queensland y tercera ciudad más poblada en la "isla continente" de Australia, se las verá en la situación más comprometedora desde que saltó al profesionalismo hace cinco años.
Además de presentarse por primera vez en Estados Unidos y ante un exigente y conocedor público en la Ciudad del Pecado, Horn chocará con un rival de extraordinarias virtudes boxísticas: rapidez de movimientos, potencias en ambos puños, constancia y precisión en el golpeo, y cambios constantes de guardia, lo que desconcierta a sus oponentes.
Y como ocurre previo a casi todos los duelos, desde ambos campamentos los dos entrenadores y sus pupilos han hecho declaraciones, en las que resaltan la exquisita preparación y asegurando que saldrán con el brazo en alto.
Oriundo de Omaha, Nebraska, donde es un verdadero ídolo, "Bud" (como lo llaman familiares y amigos) desenterró el hacha de la guerra, con palabras que son una real amenaza para el visitante australiano.
"No me importa lo que digan él (Horn) o su entrenador", expresó Crawford. "La táctica que utilizarán sobre el cuadrilátero no me distrae. Me siento bien y muy fuerte en esta nueva división. Recibirá mucho castigo y su preocupación debe ser hasta cuándo resistirá su cuerpo".
Elegido el Boxeador del Año 2017 por ESPN y con una aniquiladora pegada, que debe resultar decisiva para imponerse por la vía del cloroformo, el también imbatido Crawford (32-0-0, 23 KOs) viene de noquear en tres asaltos al namibio Julius "La Máquina Azul" Indongo, el 19 de agosto pasado, en la ciudad de Lincoln, estado de Nebraska, donde el norteño unificó cuatro cinturones de las 140 libras, los del Consejo Mundial (CMB) y de la Organización Mundial (OMB), que estaban en su poder, junto al de la Asociación Mundial (AMB) y de la Federación Internacional (FIB), del africano.
De los últimos siete combates, solo el ucraniano Viktor "El Hombre de Hielo" Postol ha logrado llegar al límite de los 12 asaltos ante Crawford, quien el 23 de julio de 2016 retuvo los cetros del Consejo Mundial (CMB) y de la Organización Mundial (OMB) en las 140 libras y se llevó fácil votación unánime, tras enviar a la lona al europeo en par de ocasiones en el quinto round.
Al comentar sobre su díscipulo, Brian "Bomac" McIntyre, entrenador de Crawford, comentó que "todos mis boxeadores tienen esa actitud de salir a ´matar´y el deseo de destruir a sus adversarios", expresó el estratega con absoluta convicción a Fox Sports.
Pero aunque Crawford es amplio favorito, Glenn Rushton, entrenador principal de Horn, ha repetido en numerosas entrevistas que McIntyre está creando una ilusión equivocada, porque su discípulo sorprenderá a todos enviando a Crawford a la lona.
"Crawford es un boxeador brillante y en eso no tenemos ninguna duda", aseguró Rushton. "Pero ya nosotros derrotamos a un extraclase, un verdadero fuera de serie como es Pacquiao. Y no hemos entrenado para una pelea contra Crawford, hemos entrenado para la guerra. Vamos a noquear a Crawford y para ello hay que desequilibrarlo física y mentalmente. Y Jeff está listo para hacerlo".
No obstante, el criterio de Rushton, la prueba que se avecina para Horn es totalmente diferente a cualquier otra anterior. Y tendrá que ser un artífice para frenar el ritmo de Crawford, quien pega en sucesión, se mueve hacia ambos lados, y encima de ello carga dinamita en sus puños.
Horn arrebató a "PacMan" Pacquiao la faja de las 147 libras, correspondiente a la Organización Mundial (OMB), al recibir controvertido fallo, el 2 de julio del pasado año, en el Estadio Suncorp, de Brisbane, donde Horn fue favorecido por par de votaciones de 115-113, acuñadas por los oficiales Chris Flores (EEUU) y Ramón Cerdán (Argentina), y otra realmente escandalosa de 117-111 de la neoyorquina Waleska Roldán.
Sin dudas, Horn dio muestras de agresividad y de carecer de temor ante la calidad y trayectoria de Pacquiao, nueve años mayor, y con seis coronas universales en su abundante y exitosa carrera boxística, que lo conducirá al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, cuando abandone definitivamente este deporte.
Pero la gran mayoría de observadores del combate (no australianos, por supuesto) consideró que los casi 50 mil presentes en el Suncorp, con su permanente respaldo a Horn, impresionaron a la terna de jueces, que de golpe y porrazo con "una ceguera malsana" dejaron al tagalo sin la corona y se la colocaron en la cabeza al peleador local.
Las cifras recopiladas por la empresa CompuBox fueron harto elocuentes de lo ocurrido sobre el cuadrilátero: Pacquiao conectó 182 golpes de 573 salidos de sus puños. De ellos, 59 jabs y 123 de poder. Horn quedó por debajo en los tres parámetros: impactó en 92 ocasiones de 573 lanzados, con 19 jabs y 73 golpes de poder.
Al margen de ello, la prensa filipina había resaltado que Pacquiao hizo un entrenamiento deficiente y tampoco mostró el mayor interés por el enfrentamiento durante los días y horas previas al choque, quizás subestimando la calidad de su adversario , el entorno adverso que encontraría en la ciudad de su oponente y confiado en que existiría una neutral y justa apreciación de los jueces.
Diecisiete meses después, Horn en la primera defensa del título, anestesió en el undécimo episodio al inglés Gary "El Infierno" Corcoran, nuevamente en Australia, donde hasta ahora ha realizado sus 19 peleas profesionales. El monarca sufrió un corte en el sexto round y el retador otro en el octavo, que empeoró en los siguientes asaltos y obligó al réferi
Horn es consciente que se enfrenta a un adversario de calidad, pero asegura que "no le tengo miedo a este tipo", aunque sus manejadores "intentan ponerme nervioso y hacer que yo dude de mí mismo. En el boxeo hay que tener confianza en lo que uno puede hacer, porque si entras al ring pensando que vas a perder, eso es exactamente lo que sucederá".
El pleito, que es obligatorio para Horn, inicialmente estaba programado el 14 de abril, pero Crawford sufrió una lesión en la mano derecha durante una sesión de guanteo y hubo necesidad de posponerlo para este 9 de junio. Las opiniones de ambos están sobre la mesa. ?Quién ganará? Tendrían que suceder una sorpresa para que Horn llegue hasta los 12 asaltos y más aún para que sea declarado vencedor. Sería una sorpresa mayúscula si eso ocurre.
Pero esa conclusión, totalmente errónea en el caso que nos ocupa, sería consecuencia del desconocimiento de muchos factores más, porque "El Cazador" Crawford con su talento y resultados figura entre los mejores libra por libra del mundo y ostenta cuatro coronas de la categoría súperligera, la inmediata inferior. Tampoco puede pasarse por alto que "El Avispón" Horn (18-0-1, 12 KOs) mantiene inmaculado el casillero de los reveses y que es un peleador agresivo, que ataca en forma constante y despiadada a sus adversarios.
Pero Horn, nacido hace 30 años en la ciudad de Brisbane, capital del estado de Queensland y tercera ciudad más poblada en la "isla continente" de Australia, se las verá en la situación más comprometedora desde que saltó al profesionalismo hace cinco años.
Además de presentarse por primera vez en Estados Unidos y ante un exigente y conocedor público en la Ciudad del Pecado, Horn chocará con un rival de extraordinarias virtudes boxísticas: rapidez de movimientos, potencias en ambos puños, constancia y precisión en el golpeo, y cambios constantes de guardia, lo que desconcierta a sus oponentes.
Y como ocurre previo a casi todos los duelos, desde ambos campamentos los dos entrenadores y sus pupilos han hecho declaraciones, en las que resaltan la exquisita preparación y asegurando que saldrán con el brazo en alto.
Oriundo de Omaha, Nebraska, donde es un verdadero ídolo, "Bud" (como lo llaman familiares y amigos) desenterró el hacha de la guerra, con palabras que son una real amenaza para el visitante australiano.
"No me importa lo que digan él (Horn) o su entrenador", expresó Crawford. "La táctica que utilizarán sobre el cuadrilátero no me distrae. Me siento bien y muy fuerte en esta nueva división. Recibirá mucho castigo y su preocupación debe ser hasta cuándo resistirá su cuerpo".
Elegido el Boxeador del Año 2017 por ESPN y con una aniquiladora pegada, que debe resultar decisiva para imponerse por la vía del cloroformo, el también imbatido Crawford (32-0-0, 23 KOs) viene de noquear en tres asaltos al namibio Julius "La Máquina Azul" Indongo, el 19 de agosto pasado, en la ciudad de Lincoln, estado de Nebraska, donde el norteño unificó cuatro cinturones de las 140 libras, los del Consejo Mundial (CMB) y de la Organización Mundial (OMB), que estaban en su poder, junto al de la Asociación Mundial (AMB) y de la Federación Internacional (FIB), del africano.
De los últimos siete combates, solo el ucraniano Viktor "El Hombre de Hielo" Postol ha logrado llegar al límite de los 12 asaltos ante Crawford, quien el 23 de julio de 2016 retuvo los cetros del Consejo Mundial (CMB) y de la Organización Mundial (OMB) en las 140 libras y se llevó fácil votación unánime, tras enviar a la lona al europeo en par de ocasiones en el quinto round.
Al comentar sobre su díscipulo, Brian "Bomac" McIntyre, entrenador de Crawford, comentó que "todos mis boxeadores tienen esa actitud de salir a ´matar´y el deseo de destruir a sus adversarios", expresó el estratega con absoluta convicción a Fox Sports.
Pero aunque Crawford es amplio favorito, Glenn Rushton, entrenador principal de Horn, ha repetido en numerosas entrevistas que McIntyre está creando una ilusión equivocada, porque su discípulo sorprenderá a todos enviando a Crawford a la lona.
"Crawford es un boxeador brillante y en eso no tenemos ninguna duda", aseguró Rushton. "Pero ya nosotros derrotamos a un extraclase, un verdadero fuera de serie como es Pacquiao. Y no hemos entrenado para una pelea contra Crawford, hemos entrenado para la guerra. Vamos a noquear a Crawford y para ello hay que desequilibrarlo física y mentalmente. Y Jeff está listo para hacerlo".
No obstante, el criterio de Rushton, la prueba que se avecina para Horn es totalmente diferente a cualquier otra anterior. Y tendrá que ser un artífice para frenar el ritmo de Crawford, quien pega en sucesión, se mueve hacia ambos lados, y encima de ello carga dinamita en sus puños.
Horn arrebató a "PacMan" Pacquiao la faja de las 147 libras, correspondiente a la Organización Mundial (OMB), al recibir controvertido fallo, el 2 de julio del pasado año, en el Estadio Suncorp, de Brisbane, donde Horn fue favorecido por par de votaciones de 115-113, acuñadas por los oficiales Chris Flores (EEUU) y Ramón Cerdán (Argentina), y otra realmente escandalosa de 117-111 de la neoyorquina Waleska Roldán.
Sin dudas, Horn dio muestras de agresividad y de carecer de temor ante la calidad y trayectoria de Pacquiao, nueve años mayor, y con seis coronas universales en su abundante y exitosa carrera boxística, que lo conducirá al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, cuando abandone definitivamente este deporte.
Pero la gran mayoría de observadores del combate (no australianos, por supuesto) consideró que los casi 50 mil presentes en el Suncorp, con su permanente respaldo a Horn, impresionaron a la terna de jueces, que de golpe y porrazo con "una ceguera malsana" dejaron al tagalo sin la corona y se la colocaron en la cabeza al peleador local.
Las cifras recopiladas por la empresa CompuBox fueron harto elocuentes de lo ocurrido sobre el cuadrilátero: Pacquiao conectó 182 golpes de 573 salidos de sus puños. De ellos, 59 jabs y 123 de poder. Horn quedó por debajo en los tres parámetros: impactó en 92 ocasiones de 573 lanzados, con 19 jabs y 73 golpes de poder.
Al margen de ello, la prensa filipina había resaltado que Pacquiao hizo un entrenamiento deficiente y tampoco mostró el mayor interés por el enfrentamiento durante los días y horas previas al choque, quizás subestimando la calidad de su adversario , el entorno adverso que encontraría en la ciudad de su oponente y confiado en que existiría una neutral y justa apreciación de los jueces.
Diecisiete meses después, Horn en la primera defensa del título, anestesió en el undécimo episodio al inglés Gary "El Infierno" Corcoran, nuevamente en Australia, donde hasta ahora ha realizado sus 19 peleas profesionales. El monarca sufrió un corte en el sexto round y el retador otro en el octavo, que empeoró en los siguientes asaltos y obligó al réferi
Horn es consciente que se enfrenta a un adversario de calidad, pero asegura que "no le tengo miedo a este tipo", aunque sus manejadores "intentan ponerme nervioso y hacer que yo dude de mí mismo. En el boxeo hay que tener confianza en lo que uno puede hacer, porque si entras al ring pensando que vas a perder, eso es exactamente lo que sucederá".
El pleito, que es obligatorio para Horn, inicialmente estaba programado el 14 de abril, pero Crawford sufrió una lesión en la mano derecha durante una sesión de guanteo y hubo necesidad de posponerlo para este 9 de junio. Las opiniones de ambos están sobre la mesa. ?Quién ganará? Tendrían que suceder una sorpresa para que Horn llegue hasta los 12 asaltos y más aún para que sea declarado vencedor. Sería una sorpresa mayúscula si eso ocurre.
